Linz, como empresa de consultoria y project management ayuda a las compañías a rediseñarse. Las herramientas integrales de gestión en un contexto regional. El caso Mirgor.
Linz nació en 2011 por iniciativa de Hernán Franco, su actual CEO, y es una empresa argentina de «project management» que hoy actúa regionalmente ayudando a las empresas a gestionar sus proyectos, operando en base a tres unidades estratégicas de negocio: Ingeniería, Procesos y TIC.
Dispone de oficinas técnicas para brindar servicios de Ingeniería Civil/Estructuras, servicios de Arquitectura, de Gerenciamiento y dirección de obras, de Outsoursing & Procurement, de Control de Gasto, de Scheduling, de Tecnología, de Procesos de Manufactura, de Procesos Logísticos, de Instalaciones Civiles, de licitaciones en el sector público y de Information Technology Factory.
Linz ayuda a las compañías a mejorar sus procesos con ahorros o ganancias de importancia. En un país donde la regla pareciera ser el caos, resulta interesante que existan colaboradores externos que permitan desarrollarse mejor en un ambiente a veces impredecible.
Pero la clave de Linz está dada «por la interacción fuertemente sistémica entre todas las oficinas técnicas entre sí y entre ellas -como sistema- entrelazadas en ‘network’ con DirCom y su Centro de Interacción Grupal y Desarrollo Individual», enfatiza el empresario.
Franco explica que para lograr con éxito su labor, desarrollan una sinergia fundamental con sus clientes -generalmente compañías líderes en sus respectivas áreas-, siempre teniendo en cuenta la oportunidad de generar «valor económico, social, pero también emocional», algo innovador.
«Para nosotros esto último es central para alinear a las personas de nuestra compañía detrás de un sueño común”, remarca. Para Linz, entonces, la convergencia entre su alto nivel profesional y sus virtudes como personas, es fundamental a la hora de encarar un negocio.
«Preferimos trabajar en proyectos virtuosos», explica cuando se lo consulta sobre aquellos que se llevan adelante sin tener en cuenta el impacto social.
Un de los casos de Linz, el del Grupo Mirgor, presentaba un desafío: el de generar infraestructuras «world class». La manera de conseguirlo fue produciendo un alineamiento de procesos, infraestructura y tecnología a las estrategia de la compañía, lo que llevó un tiempo prolongado, de dos años, entre 2014 y 2016.
Pero los beneficios valieron la pena: se obtuvo un alto rendimiento productivo, ahorros tangibles y un alineamiento estratégico operacional.
Linz comienza a relacionarse con el Grupo Mirgor a través de la realización de auditorías de infraestructura a alto nivel. El directorio del grupo comenzó con un plan de reordenamiento y expansión de sus infraestructuras, por un lado, y una revisión de procesos e integración con nuevos sistemas, por el otro.
Linz sugirió, antes de comenzar con las etapas de planificación y ejecución, realizar una etapa “Cero” de alineamiento estratégico operacional enfocada a los procesos y a la infraestructura, lo cual fue muy positivo «porque permitió validar exactamente cuáles eran las necesidades de Mirgor y aquello que no precisaba, generando así desde un inicio ahorros tangibles, tanto económicos como en los plazos», recuerda Franco.
Los principales desafíos frente a los que se encontramos con el proyecto fueron el cumplimiento de plazos muy exigentes; el alineamiento de las personas y la cuestión de la logística.
Pero el proyecto desarrollado por Linz le permitió a su cliente notables mejoras en los procesos de logística interna y externa; la posibilidad de generar un «Flujo Lean» o sin desperdicios; la mejora de los estándares de seguridad; y contar con una operación más compacta.
En suma, que existen herramientas y organizaciones para iniciar procesos de mejora empresaria integrales. Eso hace Linz.
Nota publicada en Gaceta Mercantil. Enlace